La historia del coworking
Continuamente, empresas de todo el mundo compiten por mejorar sus espacios de trabajo y la interacción con los mismos. En este contexto es interesante repasar la historia del coworking y de cómo ha cambiado el panorama de los entornos de trabajo gracias a él.
En los últimos años, el coworking ha resultado ser toda una innovación en el mundo empresarial. En sus inicios, fue concebida como una idea desarrollada por freelances. A través de la cual se pudiera encontrar una estructura y una comunidad. Cosa que en un principio no existía para aquellas personas que trabajaban desde sus hogares.
Actualmente, el coworking se ha convertido en una parte importante del sector inmobiliario. Es más, empresas de todos los tamaños han acabado invirtiendo en este tipo de espacios, especialmente por la flexibilidad y la accesibilidad que ofrece.
Orígenes del Coworkin
Su origen suele fijarse cuando el creador de videojuegos, Bernard DeKoven acuñó el término coworking. Pero no lo hizo para referirse a lo que conocemos en la actualidad. Si no para aludir a la manera en que se trabaja. DeKoven buscaba maneras para trabajar. Que se centrasen en la colaboración y la completa desaparición de las jerarquías. De forma que todos los trabajadores fuesen tratados de igual manera.
Será años después cuando, 42 West 24, otro famoso precursor de los espacios de coworking que conocemos actualmente, abrió sus puertas en la ciudad de Nueva York. El espacio fue inaugurado por una compañía de software, ofreciendo el ambiente laboral y la flexibilidad para el alquiler de despachos. No obstante, la compañía no acababa de enfatizar en el aspecto comunitario del coworking, ni tampoco se centró en la realización de eventos o networking.
La puesta en valor del emprendedor en los espacios compartidos
En 2002, situado en una antigua fábrica de Viena, dos empresarios austriacos abrieron un centro empresarial, llamado Schraubenfabrik. Dicha iniciativa estaba dirigida especialmente a emprendedores. Se les ofrecía un espacio donde poder colaborar y trabajar con perfiles similares . Se trata, claramente, del precursor de lo que conocemos a día de hoy.
El 9 de agosto de 2005, Brad Neuberg concibió el primer espacio de coworking situado en San Francisco. La idea del edificio se basaba en mantener la libertad de trabajar por cuenta propia, a la vez que proporcionaba una estructura y una comunidad de trabajo a sus usuarios. A pesar de que el proyecto no parecía despegar durante el primer mes, un atleta y promotor de startups llamado Ray Baxter, se instaló en el espacio, resultando ser el primer usuario.
Tras 1 año, el San Francisco Coworking Space cierra sus puertas, y se ve sustituido por el Hat Factory. Se trata de un hecho verdaderamente significativo, ya que Neuberg, que en ese momento se encontraba trabajando con otras diez personas, crea el primer espacio de trabajo dedicado al alquiler de espacios laborales. Refiriéndose directamente a él como un espacio de coworking.
En ese mismo año, el inventor del hashtag en twitter, creó un recurso online de código abierto, al que llamó The Coworking Wiki. Se trataba de un recurso que ofrecía su ayuda a todos los coworkers del mundo para que conectasen entre ellos y poder encontrar espacios en otras ciudades. En el mismo momento, se expande el concepto de los espacios de coworking.
Además, desde ese año, el número de espacios de coworking y de sus miembros se ha visto realmente incrementado. Aproximadamente el doble cada año, durante un total de siete años consecutivos. Dicho crecimiento exponencial lo conoceremos más tarde como la revolución del coworking.
El salto hacia adelante del coworking
En 2007, numerosas ciudades europeas abren sus puertas a los espacios de coworking. En Francia, aparece la Boate, situado en Marsella. Será en Suiza donde se situe el Citizen Space. También en España se abrió uno, el Gracia Workcenter, situado en Barcelona.
En 2008, hacen su aparición las Coworking Visas. Esto conlleva que los miembros de espacios de coworking específicos pueden acceder libremente a otros que se encuentren incluidos en el acuerdo. Para aquellas personas que tienen que viajar con frecuencia, gracias a la comunidad global de coworking. A partir de ese momento podrán utilizar espacios de trabajo en todo el mundo, sin necesidad de gastar dinero extra.
En 2009, se publica el primer libro sobre coworking, I´m Outta Here! How coworking is making the office obsolete. Define el camino que siguieron las personas y los edificios que estuvieron implicados durante la revolución del coworking. Como también la manera en que este fenómeno ha cambiado la manera en la que vemos la oficina tradicional.
Pasado ese año, concretamente el 9 de agosto de 2010, tenía lugar la primera celebración del Coworking Day. Actualmente, este día se conmemora de manera anual en todos los espacios de coworking del mundo.
Expansión y crecimiento sin techo
En 2011, Felena Hanson lanza el Hera Hub, un espacio de coworking y acelerador de negocios, que se centra exclusivamente en ayudar a mujeres de negocios y freelancers. Para que puedan innovar, colaborar entre ellas y desarrollar ideas.
En 2013, Coworking Ontario lanza el primer plan de seguro médico específico para espacios de coworking. Por primera vez, los trabajadores freelance y similares, que carecen de respaldo por parte de las empresas, podrán recibir este tipo de garantías por parte del proveedor de oficinas de trabajo.
3 años después, HSBC traslada unos 300 trabajadores a un espacio de coworking. Es tan solo un ejemplo de grandes corporaciones que escogen los nuevos espacios laborales, antes que el alquiler de oficinas tradicional. Experiencias como la propia de Fintech Plaza o la ya consolidada de Level 39